- Las Estaciones de Policía por su ubicación geográfica, pueden ser el primer contacto institucional de las mujeres que solicitan orientación ante una situación de violencia, convirtiéndose en pieza clave para su acceso a la justicia.
- Las áreas de trabajo social deben tomar en cuenta las secuelas que crean los actos de violencia, evitar la revictimización, articular las actividades realizadas por otra áreas, siempre partir de las necesidades de las mujeres y aminorar los niveles de riesgo para que la persona pueda estar en una situación de seguridad.
León, Gto. A jueves 1 de octubre del 2020.- Fortalecer los procesos de atención con perspectiva de género, fue el objetivo de la capacitación que impartió personal del Instituto Municipal de las Mujeres (IMMujeres) a las Trabajadores Sociales que laboran en las Estaciones de Policía del Municipio.
La capacitación llevó por nombre ‘Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia de Género con abordaje desde el área de Trabajo Social’, donde se facilitó a 11 participantes un proceso de atención para dotar de herramientas e información a las víctimas, con mecanismos de protección inmediatos como las llamadas ‘Órdenes de Protección’, que emite el Ministerio Público; denuncias o bien, una solicitud de refugio, según lo requiera cada caso.
Mónica Maciel Méndez Morales, Directora General del IMMujeres expresó a las trabajadoras sociales “nuestro objetivo es fortalecer las herramientas que ya tienen y en todo momento se deben sentir con la confianza y apoyadas por nosotras. Seguiremos trabajando de manera colaborativa y tenemos la apertura para atender las dudas que se pueden generar en los casos”.
La trabajadora social Cristina Carreras Dexiga quien se encargó de impartir la formación, mencionó la importancia de centrar las atenciones a casos de violencia de género, en las necesidades, capacidades y decisiones de la afectada con la finalidad de evitar la revictimización.
Pues aunque las violaciones a los derechos humanos afectan a hombres y mujeres, el impacto que se tiene varía de acuerdo con el sexo de la víctima.
Es decir, la violencia de género está directamente vinculada a la desigualdad de poder que históricamente se han asignado a hombres y mujeres, lo que perpetúa la desvalorización de lo femenino y su subordinación a lo masculino.
Entre estas violencias destacan, la violencia física, sexual y psicológica que se pueden presentar en la familia, como la violación por parte del esposo o pareja y abuso sexual; acoso e intimidaciones en el trabajo e instituciones educativas, así como la trata de mujeres y prostitución forzada.
En esta intervención del IMMujeres, las participantes coincidieron en que las solicitudes de apoyo por violencia de género son de las más frecuentes; y estos reportes no deben ser ignorados o desestimados, al contrario; cada caso es prioridad para detectar situaciones de riesgo que las pongan en peligro incluyendo a sus hijas e hijos.
Como parte del esquema general de actuación ante un reporte de apoyo, Cristina Carreras expresó que es de suma importancia la detección de la situación para saber qué intervención se realizará y posterior, dar el seguimiento correspondiente.
Donde las y los trabajadores sociales desde el primer contacto que tengan con la víctima en el ejercicio de sus funciones, deben evitar todo trato o conducta que implique victimización secundaria o incriminación de la víctima; brindando información clara, precisa y accesible a víctimas y familiares, sobre los mecanismos y/o medidas oportunas de ayuda, para no obstaculizar ni condicionar el acceso a la justicia.
Lo anterior, con el conocimiento de los derechos de las víctimas, entre ellos, el que cuenten con asesoría jurídica y psicológica gratuita, protección inmediata y no ser obligadas a procedimientos de conciliación con el agresor.
Además de brindar la información necesaria que facilite la detección en los casos donde la integridad de las mujeres esté en riesgo, así como compartir información con otras instituciones públicas o privadas, para generar más alternativas a la ciudadana y con ello, logre salir de la situación de violencia en la que se encuentra.
Dentro del modelo de intervención se incluye la escucha a la víctima, detectar el nivel de riesgo, valoración de la seguridad, la orientación donde hay una elaboración de un plan de acción, entre ellos la búsqueda de redes de apoyo, lugares seguros y acompañamiento; además del seguimiento y la canalización.
El IMMujeres refrenda su compromiso con la política pública con perspectiva de género, desde la que se continuará con la promoción y defensa para el pleno ejercicio de los Derechos Humanos de las Mujeres.
¡Las mujeres tienen derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad y a la justicia!