Una condición indispensable para lograr la igualdad es erradicar la discriminación como práctica de exclusión, ya que lesiona el ejercicio de los derechos fundamentales de las personas.
Saber cómo evitarla, requiere comprender qué es la discriminación.
Según el D
iccionario de la Real Academia Española (DRAE), el término "discriminar" tiene dos significados que se indican a continuación:
- 1. tr. Separar, distinguir, diferenciar una cosa de otra y;
- 2. tr. Dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc.
Como se aprecia ambos significados son diferentes: uno refiere al simple hecho de diferenciar, y el otro pone el énfasis en el trato social diferenciado.
Este último significado es el que más se acerca al sentido jurídico y de justicia que revisaremos a continuación, ya que subraya un componente no deseable de las relaciones entre las personas y entre los grupos sociales.
Tal y como lo establece la
Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación promulgada en nuestro país, se entiende por ésta:
"toda distinción, exclusión o restricción que, basada en el origen étnico o nacional, sexo, edad, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra,
tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas".
La clave de esta definición radica en la consideración de los efectos que, los actos de diferenciación, tienen sobre los derechos de las personas. Lo que significa que no todo acto de diferenciar en sí mismo constituye un acto discriminatorio. Éste solo se produce cuando la diferenciación afecta el reconocimiento de los derechos y la igualdad de oportunidades para ejercerlos.
Conviene subrayar que no se afirma aquí que debemos tener el mismo e idéntico trato hacia todas las personas que conocemos y con quienes interactuamos a lo largo de nuestra vida, porque sin duda el ejercicio de la libertad de elección y pensamiento nos puede llevar a tener preferencias que, aunque puedan ser cuestionables desde el punto de vista personal, no constituyen lesiones a los derechos fundamentales de las personas.
Por eso, es muy importante saber identificar las situaciones que sí constituyen un acto de discriminación de otras que sólo son una acción con fines organizativos o de clasificación para lograr alguna tarea o función. Para ello, puedes realizar la siguiente actividad.