A mediados de los años setenta, la Organización de las Naciones Unidas impulsó una serie de cumbres mundiales y de iniciativas que han orientado las acciones de los gobiernos para promover el desarrollo humano sostenible incluyendo la activa participación de las mujeres.
Entre estas cumbres destaca la IV Conferencia Internacional de la Mujer celebrada Beijing, China en 1995, porque en ella se definió una Plataforma de Acción que debía orientar la acción gubernamental en 10 ejes que son: pobreza, educación y capacitación, salud, violencia contra las mujeres, conflictos armados, economía, ejercicios del poder y toma de decisiones, medios de difusión, medio ambiente y niñez. Esta conferencia también definió la creación de Mecanismos Institucionales para el Adelanto para las Mujeres (Institutos y oficinas de la Mujer) que apoyaran el desarrollo de las políticas y acciones que mandató la conferencia en comento. Si te interesa conocer un resumen de los instrumentos aprobados en dichas conferencias y cumbres, te invitamos a consultar el siguiente documento aquí
En nuestro país, en consonancia con este impulso internacional fue creado el Instituto Nacional de las Mujeres (decreto de la Ley) con la atribución de "promover, coordinar, ejecutar y dar seguimiento a las acciones y programas destinados a garantizar la igualdad de oportunidades y de trato entre hombres y mujeres". Vale la pena señalar que el acuerdo de creación de esta institución fue resultado del intenso trabajo de negociación y consenso que realizaron diversas líderes políticas pertenecientes a todos los partidos políticos, provenientes de las organizaciones de mujeres y de la academia.
Te invitamos a hacer un recorrido por la página oficial del Inmujeres para que conozcan con detalle las acciones, estrategias e informes sobre la población beneficiada gracias a los recursos del presupuesto etiquetado para la igualdad.
La igualdad entre mujeres y hombres también requiere de cambios en nuestras conciencias y conductas, y de innovar en las formas de trabajar en las instituciones públicas, incorporando en normas, procesos y fases de los programas, lo que se conoce como "la perspectiva de género" La "perspectiva de género". Es –como la palabra lo indica- una forma de mirar a las mujeres y a los hombres en su condición de tales y en diferentes contextos. Las españolas que trabajan en el tema le llaman las "gafas de género" para reflexionar y analizar las relaciones entre mujeres y hombres.
Para reconocer o cambiar una situación, primero se necesita verla. Por eso, las "gafas" de la perspectiva de género ayudan a identificar aquellos aspectos lesivos, para las mujeres, los hombres o ambos y propiciar su transformación.
A partir de las conferencias internacionales sobre la mujer organizadas por Naciones Unidas en los años ochenta, la aplicación de esta perspectiva adquiere fuerza tanto en la academia como en el Estado y ha servido para crear nuevas instituciones y programas públicos, leyes y acciones que buscan reducir la desigualdad en las situaciones y relaciones entre mujeres y hombres.
, y adoptando en nuestra vida profesional y personal, nuevos valores, principios y prácticas que nos ayudarán a construir familias y una sociedad solidaria y libre, en la que se comparte por igual derechos y oportunidades.
Si te estás preguntando qué puedes tú hacer para acercarnos más a una sociedad igualitaria aquí te damos algunas recomendaciones:
Además desde tu vida cotidiana, desde tu casa, con tu familia, en tu trabajo te puedes sumar y participar para acercarnos más a la igualdad ¿Cómo?
Te invitamos a revisar en esta sección de materiales digitales otras cápsulas con algunas claves para acercarte y descubrir los beneficios que puede traernos la igualdad: