La participación de las mujeres en la historia pasada y presente de nuestro país ha logrado cristalizar sus derechos en los ordenamientos jurídicos nacionales, los cuáles están en correspondencia con instrumentos jurídicos del Derecho Internacional. Este primer paso debe complementarse con políticas públicas que aseguren la igualdad de oportunidades y las condiciones para el desarrollo personal y el bienestar social, ya que para hacer efectivos los derechos se requieren generar capacidades en los y las ciudadanas y obligaciones del Estado que garanticen su protección y vigencia.  

Por eso los derechos se tornan tan importantes para que nuestra sociedad. Son un horizonte ético y político para la actuación de los gobiernos y la convivencia ciudadana. Sirven para orientar el desarrollo y hacer crecer nuestra democracia.  

Pero ¿Qué podemos hacer para fortalecer el ejercicio de nuestros derechos?  

La historia de años pasados y recientes nos confirma que la participación es un elemento clave para hacer valer los derechos y enriquecer la democracia. Para fortalecerla es necesario:
  • Vencer la apatía y la desconfianza en las autoridades e instituciones políticas
  • Cambiar nuestra resistencia al conflicto y visualizarlo como una oportunidad para el cambio y la transformación positiva de condiciones que vulneran o dañan nuestros derechos humanos
  • Confiar en la importancia de la acción social colectiva
  • Comprender que los derechos son conquistas que diariamente deben renovarse y re significarse, pues no todos los grupos sociales están en la misma posición que otros (ILUSTRAR CON INDIGENAS O MUJERES O DISCAPACITADOS).
  • Informarse y formarse opinión sobre las demandas ciudadanas. Para participar es necesario enriquecer el debate social con argumentos, soluciones y esperanzas compartidas
  • ¡Ponerse la camiseta ciudadana! y tener una actitud proactiva de defensa de los derechos humanos en la calle, la casa, la familia, la escuela, el trabajo y en nuestra interacción cotidiana.

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Actívate por los derechos, aquí te damos algunas claves:

3 Desde los espacios de trabajo se puede participar construyendo una cultura institucional con igualdad de derechos, para ello te invitamos a sumarte a las acciones que promueve el Inmujeres y la Secretaria de la Función Pública a través del Programa de Cultura Institucional (PCI).

Bajo el principio de que "El buen juez por su casa empieza", el PCI aborda aspectos inmersos en la cultura que permean el funcionamiento de nuestras instituciones en lo que se refiere tanto a garantizar una gestión transparente y libre de corrupción, como a construir espacios institucionales libres de discriminación porque efectivamente se respetan los derechos de las personas y la igualdad entre mujeres y hombres.
En el PCI se articulan 244 planes de distintas dependencias y entidades de la administración pública federal con más de 3,500 acciones implementadas para lograr cambios en esas 9 áreas estratégicas.

Por eso, el PCI ofrece una ruta ordenada y gradual para lograr cambios y reducir las brechas de desigualdad que todavía persisten en 9 áreas estratégicas de las instituciones públicas como son:
  1. planeación de políticas y acciones con enfoque de igualdad y equidad entre mujeres y hombres;
  2. clima laboral;
  3. comunicación incluyente(no sexista);
  4. selección de personal;
  5. salarios y prestaciones;
  6. promociones;
  7. capacitación y formación profesional;
  8. corresponsabilidad vida laboral, familiar y personal y
  9. hostigamiento y acoso sexual.
Entérate por qué el PCI fue premiado por el PNUD para América Latina y el Caribe como una buena práctica de transversalidad de género. http://www.americalatina
genera.org/es/index.php?
option=com_content
&view=article&id=2060
Lograr cambios en esas 9 áreas estratégicas, sin duda depende de la voluntad de las autoridades y de quienes toman decisiones en las instituciones públicas, pero también de nuestra capacidad por apropiarnos de dichos derechos y demostrar los beneficios que una organización tiene cuando logra equilibrar la eficiencia con el respeto a los derechos laborales y humanos de las personas.  

Por ello, para que este programa se haga una realidad, debemos activarnos por los derechos y promover acciones en torno a:
  • Erradicar el acoso y hostigamiento sexual
  • Conciliación de la vida personal, laboral y familiar
  • Promover la igualdad de derechos y oportunidades para la capacitación, el ascenso, los permisos de paternidad
  • Construye una ética pública de igualdad y respeto a los derechos humanos de la ciudadanía
  • Acércate a la igualdad
  • Exprésate sin sexismo
  • Convive sin discriminar y
¡Desde nuestros espacios cotidianos de trabajo, hagamos efectivos todos los derechos para todas las personas!


Instituto Nacional de las Mujeres
Alfonso Esparza Oteo No.119, Col. Guadalpe Inn, Del. Álvaro Obregón, C.P. 01020, México D.F., Tel. 01 (55) 53 22 42 00